A finales de la década del noventa, el activismo por los Derechos Humanos de la población LGBT pareció alcanzar un grado de visibilidad que no era fruto de una coyuntura política especial, sino resultado de décadas de lucha en condiciones adversas, muchas veces en la clandestinidad familiar y social –situación que lo emparentaba con la militancia política aunque con la desventaja del propio rechazo de la mayoría del espectro de actores políticos y de las fuerzas militares-. En 1998, las asociaciones miembros de ILGA en Latinoamérica y El Caribe -ILGALAC- iniciaron un proceso de articulación y coordinación para el desarrollo de iniciativas tendientes a enfrentar la situación de los Derechos Humanos para todo el colectivo LGBT y el impacto que el VIH/SIDA había tenido en parte de esta población.
Two states or one?
Before coming to Switzerland, I had worked as a local employee of the International Red Cross in the Jenin region for two years. My job was to accompany Red Cross delegates as interpreter. I would greet and visit the families of Palestinian prisoners. I could see the misery of my compatriots. When I came to Switzerland on a student's scholarship, I told myself I would not go into politics. My goal was to finish my studies and return home to better serve the people there. But in seeing Swiss Zionist Jews indiscriminately defending Israel I told myself I could not remain silent.
Por qué sólo cuesta “todo a cien”
Las 600 jóvenes trabajan como robots, sin levantar la mirada, darse un respiro o hablar entre ellas. Todas han llegado del campo tratando de salir de la pobreza y aquí están, montando y empaquetando muñecos de plástico, entre 14 y 18 horas al día, 15 minutos para comer, permisos reducidos para ir al servicio y cuatro horas para soñar que en realidad no están durmiendo en los cuchitriles situados en la última planta de la fábrica.
Los movimientos de oposición a la globalización en el estado español
El fenómeno de la globalfobia, la aparición en escena de una crítica potente, tanto en el contenido como en la capacidad de respuesta contra la globalización y el neoliberalismo a nivel internacional también está teniendo su reflejo a escala Estatal. Así, se puede observar como en los últimos meses han proliferado grupos de oposición a estas políticas. En todo caso, esto no debe ocultar el hecho de que las políticas neoliberales, que han disparado el proceso de globalización de la economía, ya estaban siendo contestadas desde hace años por distintos grupos y coordinadoras. Este texto va a intentar arrojar un poco de luz sobre lo que se mueve en este campo en el Estado español.
Preguntas al movimiento Anti-globalización
El ciclo de movilizaciones sociales que se inicia en Seattle, y que en Praga ha tenido un nuevo momento culminante se plantea asimismo como una respuesta directa al neoliberalismo dominante. Pero quizás su aspecto más relevante es que representa la vuelta de los jóvenes a la acción política, tras muchos años en los que ésta ha estado casi monopolizada por la generación de los sesenta. Aun cuando hubo una importante participación juvenil en el movimiento pacifista de principios de los ochenta, en él tenían aún una presencia importante sectores de la izquierda tradicional. Estamos asistiendo a la eclosión de un proceso que hasta ahora había adoptado formas diferentes, desde la participación en Ongs a movimientos radicales específicos como el de los okupas o los insumisos y que ahora adopta un planteamiento más general. Se trata por tanto de un hecho relevante tanto por su contenido explícito (la lucha contra las instituciones que prefiguran el "desorden" económico mundial), como especialmente por los nuevos sujetos y formas de actuar.
Cumbre de La Haya
Los científicos del panel internacional predicen que en los próximos cien años la temperatura media de la tierra subirá entre 1’5 y 6 grados centígrados, lo que supone un agravamiento de sus previsiones que, en 1992, se quedaban entre 1 y 3’5 grados. Estos efectos se dejarán notar sobre todo en el sur de Europa, especialmente la zona meridional. En el sur de España, por otro lado, dentro de 20 años los veranos calientes serán hasta cinco veces más frecuentes de lo que lo son ahora, se agravarán los fenómenos catalogados de extremos, por ejemplo inundaciones y fuertes tormentas, y los incendios forestales verán incrementado su número. Así mismo, todos estos cambios revertirán en la fauna y la biodiversidad.