La vejez, la ancianidad, la tercera edad son términos más o menos afortunados para designar el último periodo en la vida del ser humano. No obstante esa seguridad no tiene por qué conllevar aspectos negativos de tristeza o desazón ya que, hoy en día, con el avance espectacular de la medicina, tras la jubilación la expectativa de vida es amplia y quedan muchas cosas qué hacer y muchas ilusiones por llevar a cabo. La vejez ha de ser una época vivida con dignidad y plenitud y la sociedad tiene mucho que decir al respecto porque parece que nos olvidemos de nuestros mayores y los releguemos al olvido, instalándolos fuera de casa, abandonándolos a la soledad y a la tristeza y, en definitiva, rechazando la realidad de que todos llegaremos a viejos y pobre del que no llegue.
El adolescente en la literatura juvenil actual
En la adolescencia, ese periodo de la vida capital en los seres humanos, se inicia el sentido histórico y la necesidad de actuar, de tomar parte de los acontecimientos, de decidir el rumbo de la propia vida. Aparecen, en consecuencia, las preguntas sobre el sentido de la existencia (¿Quién soy?, ¿adónde voy?...) y se elaboran los sistemas de valores sobre los que se cimentará la personalidad adulta. Por eso es tan importante ofrecer puntos de apoyo que favorezcan el proceso de maduración, y la literatura puede cumplir, con éxito y eficacia, parte de esta tarea.
Orígenes del vampiro
Actualmente, cuando se nombra a un vampiro, en casi todas las personas aparece la imagen de Drácula en la mente. Siempre se lo ve al vampiro con las características que le proporcionó Stoker en su novela, y especialmente con el aspecto que el cine le dio. Pero muy pocos conocen los orígenes de este personaje. Muy pocos saben cuales fueron los temas que investigó el irlandés autor de Drácula para poder escribir esta obra.
La literatura infantil española en el siglo XX
Para centrar el tema que nos ocupa, debemos empezar aludiendo al siglo pasado, ya que en 1876 se fundó una editorial de gran importancia, la Editorial Calleja. Saturnino Calleja da a conocer una gran cantidad de publicaciones infantiles. La casa se esfuerza al máximo para que sus cuentos lleguen a todos los niños; así los vende a un precio ínfimo: son los cuentecitos de Calleja, tan pequeños y tan condensados y tan variopintos. Surge, ya entonces, el dicho conocido de “Tienes más cuento que Calleja”.
La literatura infantil y juvenil de Mercedes Neuschäfer-Carlón: la creación sin fronteras
A Mercedes Neuschäfer-Carlón (nacida en Oviedo) hay que reconocerle su versatilidad a la hora de escribir para el público infantil. Sus historias atrapan, aunque todas siguen su propio ritmo interior. Conoce muy bien a los niños y se preocupa por ellos. Recordemos que ella misma impartió clases a los hijos de emigrantes en la República Federal, cuando se trasladó desde España, a raíz de su matrimonio. Así, escribe, a propósito de la literatura infantil: “Yo creo que para escribir un libro para chicos ha de sentirse la casi necesidad de hacerlo y gozar también, cuando se hace. Y esto lo consigue solamente quien conserva muy claro recuerdo de sus sensaciones infantiles y, volviéndose en parte niño de nuevo, disfruta escribiendo. Pero muchos han olvidado su infancia.”
Francisco Matos Paoli o el desempleado del misticismo y la política
Sé que el título que hemos seleccionado para nuestra ponencia le parecerá a nuestros lectores o a nuestros oyentes una ironía extraña de un poeta hacia otro poeta. Pero este título hallará sus variantes en todas las posibilidades de nuestro poeta, ya que Matos Paoli es el intento de resolver la contradicción entre el sujeto de la idiotez (el sujeto de la crisis de la enajenación) y el “sujeto de la libertá radical”. No podemos evitar pensar inmediatamente en Antonin Artaud. Pero ese intento, el de resolver la contradicción, convierte a Matos Paoli en el poeta de la contradicción misma y en un poeta que asume radicalmente la aventura del lenguaje. Esta actitud voluntarista y antivanguardista de Matos Paoli se refugiará, se reconciliará y asumirá el dualismo de la sociedad patriarcal en las figuras de Cristo y Albizu -el derrotado y el sacrificado-, el “ingenuo” o el santo, etc. Este refugio y esa reconciliación de la violencia o del martirio fracasarán, porque ambos, Albizu y Cristo, fueron asesinados por los invasores de turno: los romanos y los norteamericanos. El poeta y el Mesías se ven forzados a enfrentarse a la garulla de los colaboracionistas de turno y también a los anexionistas, a los fariseos, a los saduceos, a los marxistas, etc. El poeta se convierte, entonces, en el “cronista” de la locura de un proceso liberador que no culmina y que, en el caso nuestro, no ha culminado todavía, ni tampoco lo ha hecho en el simulacro de la drogademocracia. No culmina, porque Latinoamérica cada vez más se sumerge en el “sujeto anónimo”, o en el sujeto-idiota que Estados Unidos trafica como moda y como “libertá”, y que se nos impone en el ejemplo de una individualidad que cada vez más está totalmente vacía y cuyo comportamiento cultural es el del extravío.
20 años sin Phil
Puede ser 1957, 1964, 1969, 1974 o 1980. No importa. Hay drogas, mujeres, visiones divinas y profecías; hay un escritor que cree que el sentimiento más importante es la empatía; hay policías y panteras negras y archivos volados y enemigos -visibles, invisibles, reales e imaginados-; hay ideas que se repiten, hijos, clínicas, pastores, tratamientos inútiles y tardíos, una película en marcha.
Casa-Museo de García Lorca en la Huerta de San Vicente: una historia con final feliz
Érase una vez una casita de blancos muros, rodeada por la vega granadina, a dos kilómetros de distancia de la capital, y con unas hermosas vistas a la Alhambra, La Catedral, etc...
La ciencia ficción de Jordi Sierra i Fabra (breve aproximación)
Jordi Sierra i Fabra (Barcelona, 1947) es un escritor que lleva más de 25 años escribiendo y que se mueve con igual soltura por los distintos géneros y temas. Se trata de un escritor que no necesita presentación ya que es lo suficientemente reconocido en el ámbito de la literatura juvenil e infantil en España y lo bastante galardonado para que no cause ningún asombro que le dediquemos un espacio hoy aquí, menor, sin duda, del que merece.